Arde el cielo cada vez que me besas, es como adentrarse en las puertas del infierno, un paraíso ardiente que nace cada vez que me sonríes.

En tan poco tiempo te has convertido en la luz que espanta mis demonios, en la canción que consigue dormir todos mis miedos. Eres el que consigue despertar todos mis sueños y hace que crea en ellos, aunque a veces la esperanza se me muera por segundos.  Eres mi camino hacia esa pequeña felicidad. Felicidad de saber que te tengo a mi lado, y que pase lo que pase, siempre tendré un pedacito de paraíso junto a ti.  Que cuando me miras y te miro surgen nuevas constelaciones en el universo; Y es que los ojos hablan más rápido que el corazón.
 
No merece la pena dar más explicaciones, siempre he creído que a mi vida le faltaba algo, una mitad, un alguien que supiese rescatarme a tiempo de la oscuridad, que con solo un abrazo consiguiera salvarme la vida, y es que los abrazos son las vendas para las heridas del alma. Esas heridas sangran menos ahora que estas a mi lado. Porque eres el que pone mi mundo del revés y hace que me dé la vuelta con tan sólo decir mi nombre. Por eso no te vayas nunca. Por favor, no seas huella si vas a pasar en mi vida como un huracán para luego irte. Han sido ya demasiados terremotos que arrasaron todo dentro de mí y que me dejaron rota y llena de grietas.
Y a lo mejor puede que los mayores tengan razón, y que me esté precipitando, y que detrás de ti solo haya otro abismo, pero ¿qué es el amor sino caminar juntos en la misma dirección, y creer que nunca habrá final que pueda con nuestra historia? ¿Qué es el amor sino apostarlo al todo o nada? Y es que algunas cosas tienen que ser creídas para ser vistas.
 
Nunca un «te necesito» había calado tanto en mi corazón. Hacía años que nadie conseguía convertir mis lágrimas en sonrisas. 
Has sido mi mejor regalo de reyes, el mejor comienzo de Año Nuevo. No lo olvides. Porque pase lo que pase, nunca soltaré tu mano. Nunca te dejaré caer, y si te caes, te levantaré o me tumbaré a tu lado. Seré tu fuerza cuando te sientas débil, y tus cosquillas cuando tengas ganas de llorar. 
 
Eres el lugar más bonito del mundo. Mi octava maravilla. Mi poema de Bécquer, mi insomnio de todas las noches. 
 
 
Por nuestro 23. Por nuestro diciembre. Y por todos los momentos que nos quedan por vivir. Porque sigamos siendo atardecer, amanecer y anochecer. Porque juntos, hasta este puto mundo parece perfecto. 
 
 
.Te Quiero.

2 comentarios en “Arde el cielo

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