Sin miedo a nada

Le echo de menos. Cada día, cada hora y cada minuto. Odio la distancia. Y los kilómetros que me separan de él.

Los días que estamos juntos se pasan en segundos… Y el resto es letargo. Da igual que sea una hora que un día entero. Con él las horas parecen minutos, y sin él, los minutos parecen horas. Le echo de menos. Y mi cama también. Mi almohada se ha convertido en dueña de mis secretos y las sábanas solo son un sustituto de su abrazos. Cuando duermo, sueño con estar a su lado, y cuando estoy despierta, sueño igualmente.

Le echo de menos. Es horrible echar menos. Supongo que vosotros, si estais enamorados me entendereis. Y le echo de menos. Sobretodo por las noches. Se hacen más largas sin él. Cuento los dias que faltan para verle. Aunque en realidad pueden ser semanas o incluso un mes o dos. O quien sabe. Y le quiero. No se cuanto llevamos juntos. Pero le quiero. No calculo el tiempo.
Toda pareja tiene una fecha. La fecha en que el chico le pidió salir a la chica o viceversa. Esa fecha que los amantes se ponen en el estado del whatsapp para presumir, y que sus contactos cotilleen sobre ellos. Lo hice con anteriores ex parejas. Pero con él no. No pregunteis por qué, no lo se. No tenemos una fecha concreta. Yo suelo decir 5 de agosto. Pero en realidad no lo se. Creo que me enamoré el primer día que le vi. Vosotros no habeis visto su mirada. Sus labios. Su sonrisa. Le miras, y es como estar adentrándose en las puertas del paraiso. Su cuerpo. Sus manos. Incluso su pelo. Ese pelo rizado y negro. Lo tocaba y se enrredaba entre mis manos. Luego sus caricias. Me acariciaba y lograba tranquilizarme. Que me olvidara de todos los problemas del mundo durante unos minutos. Dos corazones y un solo latir.

Foto hecha por: Laura Ginés.

 

Le echo de menos. Dije que no volveria a enamorarme. Pero Cupido ha decidido que le gusta su trabajo más de la cuenta y que tirar flechitas es más que un simple hobi. Jobi. Jovi. O como narices se diga.
Le echo de menos. Que cruel es el destino. O la vida. O como lo querais llamar. Primero te da algo, y luego te lo quita. O te pone trabas y barreras.. Incluso abismos para que te des cuenta de que no puedes vivir sin esa persona. Pero me estoy poniendo tonta. Hay que ver lo jodido que es esto. Yo, que ya me había creado un muro de hielo y piedra entorno al corazón para no volver a enamorarme… Y aquí estoy. Escribiendo una entrada empalagosa para un blog posiblemente empalagoso.

Pero parece que gusta.

Aunque se que esta vez, ni la distancia logrará quitarme lo que más quiero. Soy una nueva persona. Distinta a la de hace tres años.

Le echo de menos, pero así es el amor.

Le echo de menos. ¿Cuántas veces lo habré dicho ya?.

¿Y si volamos? Quiero volar.Joder. Esto va empeorando.

Creo que estoy enamorada. (Pero que esto quede entre nosotros).

¡Leñe! Creo que me voy a poner a llorar. Espera. No. Llorar, eso si que no. Vale. Creo que necesito un abrazo. ¿Alguien se presta? Juro que mis abrazos no son asesinos.

Van llenos de amor.

Pero no. Solo puedo abrazar a una persona.

Que complicado es esto del amor. Debería de existir algún manual de instrucciones.

Foto hecha por: Laura Ginés.

 

Le echo de menos. Soy una tonta enamorada. Si. Creo que bebo los vientos por él. Hacía tiempo que no me pasaba esto. Hacía dos años que no volvía a sonreir si me nombraban el nombre de algún chico.

Y cuando piensas que no te vas a volver a enamorar… ¡Pum! Vuelves a caer.

Y en mi cabeza, suena nuestra canción:

«Me muero por explicarte lo que pasa por mi mente, me muero por entregarte
y seguir siendo capaz de sorprenderte,
Sentir todavía ese flechazo al verte, qué más dara lo que digan, qué más dara lo que piensen,

si estoy loca es cosa mía, y ahora vuelvo a mirar, el mundo a mi favor,

vuelvo a ver brillar la luz del sol..»

Saludos,
Nawin.

Los dibujos estan sacados de: http://sphotos-b.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-ash3/q71/6741_307348056066122_39312939_n.jpg