Adiós, gorrión

Me has costado meses de depresión
y tardes enteras de kleenex,
me has costado lunas de morfina e insomnio.

Me has costado un tumor en mi autoestima
y una herida invisible en mi garganta
que grita las lágrimas que mi pecho
no consiguió suicidar.

Me has costado el miedo a no olvidar,
y a ser parte de ese olvido,
me has costado una garganta desgarrada
y el pecho abierto de heridas sin coser,

me has costado llanto y asfixia,
horas de vigilia mirando el reloj de la cocina,
ese que tanto detesto,
por recordarme que te sigo recordando,
y que el tiempo no perdona.

Me has costado meses de adicción a tus lamentos,
por la pena de no saber abrir los ojos
ante la venda que los volvía ciegos,
me has costado un golpe seco
y un portazo por la espalda,

me has costado un enjambre de mentiras
y una verdad en forma de bofetada.
me has costado una brecha en mis manos,
y una puñalada por el costado.

Me has costado domingos de nicotina,
odiando cada segundo
de mi vida que perdí en el error de quererte.

Me has costado unos brazos llenos de cortes
y un alma sin fuerzas para volver a mirarte.

Me has costado un funeral de versos
que llevan escritos mi muerte
en los créditos finales.

Me has costado un agujero en mi memoria
y una cuerda atada a mi cuello,
me has costado un hilo de sangre
cayendo de mis labios,
y unas lágrimas ensangrentadas
de un pasado mustio y latente.

Me has costado un invierno gris
esnifando las cenizas que dejaron
tus huellas en mi estómago,
sobreviviendo al recuerdo
de tu último aliento sobre mis brazos.

Me has costado y sigo pagando tus deudas.

 

Poema: Laura Ginés.