Sobre los ojalás y otras palabras odiosas que colonizan mi mundo

Ojalá. Que palabra más fea, ¿verdad? A mi me produce terror. Suena como Disneylandia, pero en siniestro. Yo la odio, desde luego.
Ese ojalá que te dice que aunque desees tener a esa personita, nunca la tendrás y siempre le echarás de menos. Ese ojalá de cuando sabes que la has cagado y deseas volver al pasado para tirarte de los pelos a ti misma e impedir la barbaridad que habías cometido. Ese ojalá tan dañino cuando te das cuenta de que ya nada volverá a ser como antes, como antes de su adiós, antes de sus lágrimas (sí, los hombres también lloran)… Antes de todo. Ese ojalá tan idiota cuando te das cuenta de que el orgullo te ha jugado una mala pasada, cuando descubres que ya no hay vuelta atrás.

¿Sabeis? Mi casa se ha llenado de ojalás y de recuerdos infinitos, de porqués, y de si hubieras, y también de otras palabras muy putas, desde que él se marchó.
Porque ahora me doy cuenta de que fui muy idiota. Y de que ojalá no me hubiera carcomido la desconfianza (que no celos, no confundamos términos). Porque ojalá le hubiera dicho en su momento todo lo que le quería, y que no había ni un solo día en el que no pensara en él y en la forma de hacerle feliz.
Joder, ya me estoy poniendo nostálgica. Ya vuelven a mi los ojalás y los peros. La confusión y la maldita culpabilidad. Ojalá existiera un poción para olvidar aquellos recuerdos dolorosos. No. Mierda. Otra vez he pronunciado esa palabra tan horrible. Ojalá. ¡Ay! ¡No! Mierda, mierda, mierda. No. Maldición.

Ojalá estuvieras a mi lado ahora. Necesito decirte que lo siento. Que siento no haber estado para tí cuando más lo necesitaste. No haber sido la novia y la amiga que esperabas. Fuiste lo mejor que tuve en mi vida, y estoy orgullosa de tí. Ojalá (ya empezamos otra vez..) pudiera darte un abrazo y pedirte perdón. Ojalá (aaaay!!) existiera una máquina del tiempo anti- errores estúpidos de adolescentes tontas del culo.

Maldita conciencia, me estás dejando el corazón hecho un tiesto de cocina. Como la tortilla francesa que hice el otro día y que en vez de tortilla, parecía… Bueno, mejor no lo digo, que sino se os van a quitar las ganas de comer hoy. Os lo dejo para vuestra imaginación.

Tu sonrisa hacía que se me parara el corazón por momentos. O tal vez solo fuera el tiempo, que dejaba de existir cuando estabas a mi lado. Y ojalá volviera a ser así. Porque aquí el tiempo pasa demasiado deprisa, pero lo suficientemente lento, tornándose eternidad, ahora que no estás. Porque es esperar algo cuando sabes que ya no sucederá jamás. Un invierno de recuerdos, con tormentas de soledad. Una sequía de besos que solo la humedad de tus labios podrían curar. Porque la vida, después de tí no tiene sentido. Porque no existen las primaveras ni los veranos desde que no estas, y las estrellas de cielo dejaron de brillar.

Creo que a partir de entonces, desde ese día, me volví loca de remate. Es duro sentir frío y que nadie pueda prestarte un cálido abrazo para calentarte, para curarte de la locura.

Mírame: tengo la piel llena de nieve. Pronto será hielo. Y tal vez, después, me llegue al corazón.

Y puede, solo puede que tal vez,  tu recuerdo se congele para siempre.

 

                                …Ojalá.

Saludos,
Nawin.